Historia

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El origen de Navas del Madroño fue unas ventas mandadas hacer por regimiento y justicia de la villa de Brozas, en el extremo N.E. de la cañada en que está situado, lugar donde conectaban tres cañadas ganaderas, la que llevaba a Cáceres y las que llevaban a los puentes de Alcántara y Alconétar. Este lugar de reunión de trashumantes recibía por entonces el nombre Ventas o Navas del Madroño. Testigos de excepción de estos hechos históricos son algunas de las fachadas originales que aún se conservan en la localidad, como la situada en la calle "La Venta" o "Callina atrás".
En el año 1600 contaba con 60 vecinos, momento en que se erigió en Parroquia, continuando en lo civil sujeto a la villa de Brozas. Momento histórico para a localidad fue el año 1.736, fecha en la que los 735 vecinos con los que contaba el pueblo, solicitaron la separación al Consejo de la Villa de Brozas, y, habiéndose opuesto ésta, se siguió el correspondiente recurso hasta la concesión del privilegio de Villa por sentencia de 28 de junio de 1.741, dándole entonces la denominación única de Navas del Madroño y conociendo a partir de entonces a sus habitantes como venteros.
El proceso de separación duró mas de 30 años, abarcando los reinados de Felipe V, Fernando VI y Carlos III. Tras 1741 se entabló un primer pleito, aclarado durante el reinado de Fernando VI, quien solucionó el problema mediante la siguiente sentencia:
"Don Fernando. Por la Gracia de Dios, rey de Castilla, León, Aragón, de las dos Sicilias, Jerusalén, Navarra y Granada. A todos los Corregidores, Alcaldes Mayores y Ordinarios y otros Jueces y Justicia, así de la villa de Brozas como de todas las demás Ciudades, reinos y Señoríos. Salud y Gracia. Sabed que por otra Real Ejecutoria expedida por los de nuestro Consejo en 14 de octubre del año mil setecientos cuarenta y seis, fuimos servidos declarar que de todo el término de la villa de Brozas, a excepción de las villas, encomiendas de la Zagala y Araya, se debían dar a la villa de las Navas del Madroño la cuarta parte para el uso y ejercicio de su jurisdicción".
Fue durante el reinado de Carlos III cuando el litigio quedó definitivamente resuelto. En 1771 el Real Consejo dictó la siguiente sentencia:
"Que la villa de Brozas pague a la de navas, además de la cuarta parte de los propios que le fue asignado, la cantidad de 4500 reales de vellón cada año, hasta liquidar los 46716 reales y 9 maravedises que le debía, de acuerdo con la liquidación realizada, según lo ordenado por la Ejecutoria del Consejo".
El pleito continuó por la delimitación de los límites geográficos, recibiendo favorablemente del Real Consejo de Castilla una primera sentencia en 1746 y una segunda en 1771. La definitiva fijación de los límites en 1797 significó la independencia efectiva; no obstante, la Dehesa Boyal de propios quedó en término de Brozas, a cuyo ayuntamiento siguió perteneciendo el arbolado o monte.
Por otro lado, cabe destacar, que existen restos de construcciones prehistóricas que atestiguan la presencia humana en este lugar con una antigüedad de al menos cuatrocientos mil años (restos de poblamiento de la Edad de los Metales: Tumbas del Barrial, el Vaqueril y Cabeza de Araya y localización de un hendedor achelense ;utensilio prehistórico, tallado en piedra, alargado, con un filo terminal transversal al eje morfológico de la pieza, como el de un hacha, en la finca Malosdientes).